🇰🇭 Etapa 3×05 🇹🇭 – ✊🏼La Vereda de la Puerta de Atrás🤘🏼

🔙Etapa anterior: 🇰🇭 Etapa 3×04 🇰🇭 – ✊🏼 Muévete en la oscuridad 🤘🏼

¡Buenos días desde Siem Riep!

No ha sido mucho, ¡Pero las 4 horas que he dormido me han sabido a Gloria! No os voy a mentir diciendo que me he levantado con las pilas cargadas al 100% pero estaba tan cansado anoche, que al encontrarme mucho mejor parece que estoy a full!

Un desayuno inmejorable: café sólo, fruta, una sopa de pollo con vegetales y vistas a La Honda.

Con agujetas (parece mentira que viajar en moto de carretera te pueda dejar agujetas) recogemos todo lo que anoche fuimos tirando por el suelo de la habitación y, al igual que en la etapa 3×03, nos llevamos preparada más documentación al desayuno; ésta vez es para entrar a Tailandia (o intentarlo).

Aunque esté recién levantado y haya madrugado, el estrés y la presión son continuos; llegar a Malasia en sólo 4 días (cuando hacerlo en 10 sería ir a toda hostia) no es sólo un reto, si no una locura. Pero aún así, me tomo unos minutos para analizar todo lo que hemos pasado; la aventura empieza a coger forma y al frenético y despiadado ritmo que llevamos, si conseguimos entrar en Tailandia (sin el guía que te obligan a contratar, a su ritmo y con su itinerario) puede, sólo puede, que si no pasara nada más, consigamos estar pasado mañana en la capital Malaya; Kuala Lumpur… ¡Al ataque!

Creo que mi cara de sueño lo dice todo, ¡Tengo los ojos más rajaos que los autóctonos! Tras hablar un rato con el del hotel que me pide sacarme una foto, termino de recoger el instalache y nos ponemos en marcha. Amanece muy temprano y ya hace calor… ¡En febrero!

Estamos en Siem Reap; la ciudad más turística de Camboya y una de las grandes joyas del sudeste asiático, aunque vaya fatal de tiempo, creo que no me perdería visitar Angkor Wat, la mayor estructura religiosa jamás construida. Gente de todo el mundo se cruza el planeta para llegar hasta aquí y yo, aunque no me pueda estar unos días haciendo turismo y conociendo la ciudad como se merece, al menos tengo que ver con mis propios ojos cómo es eso de lo que todo el mundo habla.

Tras perder mis gafas de sol en Nepal, aprovecho la tienda de souvenirs del templo para traicionar a un gran amigo y uno de mis patrocinadores, Ópticas José Lirón comprando unas gafas de sol de dudosa calidad.

Una vez más… ¡Mi gozo en un pozo! Hay una cola kilométrica, yo no tengo las entradas reservadas y, me dicen que hay al menos 2 horas de cola, si no más. Parar a hacer turismo ya es un lujo que no me puedo permitir así que, tras analizar la situación y ver que entre la cola y la visita se me iría más de medio día, decido volver a lo que se nos da bien… ¡El Gas & Roll!

Nos cuesta bastante salir de la ciudad y hace mucho calor así que hay que ir haciendo paradas rápidas. Aparte, tenemos que recalcular la ruta pues, David, el inglés que me está ayudando con todo el tema de documentación para cruzar mejor las fronteras, me dice que han cerrado la principal frontera entre Camboya y Tailandia debido al famoso Covid-19. En España, el Covid es algo así como la fiebre amarilla en su época: lo vemos por la TV, sabemos que existe en otros países, pero no le damos ninguna importancia.

Plan de viaje inicial, 25h y 1.850 Km cruzando a Tailandia desde Siem Riep.

Primer palo del día; cuando parece que había alguna posibilidad de llegar a tiempo a Malasia… ¡PUM! Subimos de 25 horas de viaje y 1.850 Kilómetros a… ¡36 horas de viaje y 2.500 kilómetros! Todo esto son sólo horas de viaje, sin contar las que pierdes cruzando fronteras, repostando, con imprevistos o chorradas como comer, beber y dormir… Pero bueno habrá que dejarlo de lado y tirar por la vereda de la puerta de atrás, por donde me verán marchar!

Plan de viaje alternativo; entrando a Tailandia desde una pequeña frontera militar, lo que se conoce como la vereda de la puerta de atrás.

Si comparáis los dos mapas veréis que, de Repente tengo que volver hacia atrás y dar un rodeo enorme para entrar a Tailandia desde la frontera que hay en la costa al sur del país.

Si alguien tiene curiosidad comentarlo al final de la entrada de este blog y haré una pequeña entrada dedicada a toda la ayuda que este británico os puede ayudar por el sudeste asiático

David me ha informado de una frontera al sur de Camboya y Tailandia pegada al mar. Se trata de una pequeña frontera militarizada, que se encuentra en una pequeña aldea. Al ser militar, remota y con tan pocos habitantes, está un poco al margen de los trámites burocráticos del país.

Desde hace un tiempo si quieres entrar en Malasia con tu propio vehículo te solicitan prácticamente lo mismo que en Myanmar, es decir; un guía contratado, un itinerario fijo por adelantado y por lo tanto un dineral (por no hablar de viajar mucho más lento ya que tienes que viajar al ritmo de ese guia, parando donde él te diga…) Además del tiempo que tardaría en con encontrar uno.

Tras darme la vuelta y volver hacia atrás en busca de las gafas esto es lo que me encuentro… 😂

Al fin hemos realculado el viaje, aunque He de reconocer que un poco más desanimado; cuando parecía que era más factible conseguir este reto siempre aparece otro imprevisto pero bueno armado de valor, nos ponemos en marcha La Honda y yo, y partimos hacia el sur del país aunque Al poco tiempo de salir me doy cuenta de que echo en falta mis nuevas flamantes gafas de sol y decido dar la vuelta a ver si las encuentro pues apenas hemos avanzado unos metros.

Tras un rato conduciendo bajo este sol abrasador con mis nuevas viejas gafas de sol, al fin encontramos una gasolinera.

Esta zona está muy poblada pero no abundan las gasolineras aunque por otro lado es bastante obvio pues hay muy pocos vehículos en la carretera y casi todos son pequeños ciclomotores.

No me preguntéis qué carajo es eso de la foto es como una mezcla entre un insecto gigante y algún tipo de pescado pequeño solo sé que es asqueroso y que tengo hambre pero no voy a comerme eso… Jajajaja

Tras inspeccionar este suculento manjar que es una mezcla entre un embutido y algún tipo de bicho disecado sigo sin tener ni idea de lo que es y en la gasolinera los empleados tampoco es que hablen muy buen inglés…😂

Siempre me gusta llevar algo de comida por ahí en algún lugar de la moto… Nunca sabes la cantidad de horas que te puedes llegar a tirar sin comer y, en este caso, mi padre me hizo unos cuantos de bocadillos para el viaje que he ido gastando cuando no encontrado comida. Desde el viernes que me los hizo hasta hoy, que es jueves, pues el pan está un poco regular pero bueno mejor que los bichos esos que tienen ahí.

Me viene a la cabeza un dicho de hace unos años, cuando iba con relativa frecuencia al Vicente Calderón: ”Vayas donde vayas; bocadillo de caballa… Y so vas al Calderón; ¡Bocadillo de jamón!”

Termino de comer mirando a la moto y, por un lado, me da pena y pienso que no se merece una vida así de dura…

Pero por otro lado pienso que podría ser peor y estar ahí en Jerez o en cualquier concentración de motos quemando rueda y acelerando hasta el corte durante horas y pienso: No te puedo hacer más digna!

Tras un rato rodando me doy cuenta que no noto las llaves que llevo colgando del cuello (todas menos las de la moto, que obviamente van puestas) así que me paro inmediatamente en el arcén para comprobarlo.

Al abrir la maleta lateral para sacar el bocata me he olvidado las llaves puestas y cuando he terminado de comer he salido y ha venido todo este tiempo con la maleta abierta. En esa maleta además del bocadillo llevo el pasaporte y más documentación en un bolso guardado.

Afortunadamente todo ha quedado en un susto y no he perdido nada, por lo que puedo retomar la marcha y seguir disfrutando de paisajes y vistas tan bonitas como las de estas fotos… Camboya es precioso.

Pasado un rato el paisaje cambia bastante, desaparece ese terreno arcilloso y hay mucha más vegetación.

Gas’n’Roll

Las interminables rectas llenas de camiones se convierten en bonitas carreteras casi vacías, por lo que empezamos a coger mucho ritmo y encima disfrutando.

Sólo paramos para las necesidades fisiológicas básicas; yo para vaciarme y La Honda para llenarse.

Los días pesan y el cuerpo se resiente… Toca estirarse un poco.

¡Y celebrar todo lo logrado!

Volvemos a los mandos de La Honda a buen ritmo; la carretera está en un estado bastante aceptable, buenas curvas, ha bajado mucho la temperatura y hay muy poco tráfico.

Un par de horas después hacemos una parada técnica; estamos al lado de la frontera con Tailandia y es mejor que repongamos algo de fuerzas… Las fronteras en Asia son siempre una aventura; pueden costarte cruzarlas un par de horas, una mañana entera (como Pakistán) o incluso 2 días (como me pasó en Irán).

Ya he pecado de novato en otras fronteras y he acudido en ayunas, sin nada de comida pasándome el día moribundo de un sitio para otro sin fuerzas para pelear (siempre hace falta pelear).

Pese a ser una frontera militarizada (siempre son más duras y peligrosas) ha sido bastante rápido, en una hora he conseguido salir de Camboya y entrar en Tailandia sin llevar un guía contratado e itinerario fijo… Todo gracias a los documentos que me bajé al desayuno facilitados por David… ¡Impresionante!

Vamos a por las últimas 5 horas de viaje del día.

Tras un rato circulando por malas carreteras llenas de obras, baches, barro y camiones… Al fin llegamos a alguna ciudad al sureste de Tailandia y parece que ya se han acabado las malas carreteras.

Se hace bastante duro; estamos muy cansados pues ya son las 12 de la noche y llevamos en ruta desde las 6 de la mañana, con un descanso de media hora para comer porque el resto del tiempo que he estado parado ha sido para hacer trámites en la frontera, revisar algo de la moto o repostar…

Medio moribundo llego al pueblo donde está David, el británico que me está ayudando a cruzar las fronteras que ofrece su casa a los viajeros. Él me ha dicho que me guardaba la única habitación que le quedaba libre, pero habíamos quedado sobre las 9 de la noche…

1 de la mañana y, tras dar muchas vueltas por el barrio, llegamos al destino; 17 horas de tralla y 2 países asiáticos atravesados en el día, ¡¡Por suerte David me está esperando!! Porque no tengo internet, ni línea para llamarle en caso de que no encontrase la casa… Este tío es un Dios!

Una vez más… ¡Abatidos pero erguidos!

Al menos hoy nos podemos dar una buena ducha que sabe a gloria; entre el olor a sudor, mezclado con la humedad de haberme calado y haber vuelto a sudar después del calor que hace… Apesto.

La habitación está bien y al menos puedo cargar todos mis elementos electrónicos, voy a dormir un rato.

Por cierto… ¡No se olviden del Gas&Roll!

🔜Etapa siguiente: ✊🏼 Etapa 3×06 🤘🏼 – 🇹🇭 Lija y Terciopelo 🇹🇭

Tienes todos los vídeos de mi vuelta al mundo en mi canal de YouTube: Gas & Roll ¡¡Suscríbete!!

4 comentarios sobre “🇰🇭 Etapa 3×05 🇹🇭 – ✊🏼La Vereda de la Puerta de Atrás🤘🏼

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