7:30 de la mañana; Amanecemos reventados en un hotel al sur de 🇹🇭Tailandia (no sabría escribir el nombre del pueblo), a unos 60 kilómetros de la frontera con 🇲🇾Malasia. Han sido pocas horas de sueño (menos de 5), aunque reparadoras, pero aún así estamos reventaos; heridas, agujetas y roces por todos sitios… ¡Sólo ayer fueron casi 1.200 kilómetros asiáticos de lluvia, calor y mucha humedad!
Los días pesan (para mí La Honda empieza a darme miedo, tantísima tralla durante tanto tiempo y ni el más mínimo síntoma de fatiga), aunque la alimentación tampoco ayuda. Aún así y, a pesar de todos los impedimentos del mundo, parece que nada nos puede parar y vamos a conseguir la proeza de hacer 🇱🇦Vientián-🇲🇾Kuala Lumpur en menos de 5 días, somos… ✊🏼Uña y Carne🤘🏼
El hotel no da desayunos así que salimos zumbando a la frontera porque en Asia nunca sabes el tiempo que te va a costar cruzar con tu vehículo…
Tenemos mucha prisa porque hoy es sábado y es el último día de margen que tengo para llegar a Kuala Lumpur, hablar con los del taller para dejarles la moto (Bern, el que va a enviar la moto a Canadá, no trabaja los sábados así que ha contactado con un taller que sí trabaja para que les deje La Honda a ellos). Acto seguido cogeremos el primer vuelo de regreso a España y el domingo será día de viaje para aterrizar en Madrid, ir a Extremadura y regresar a Vitoria, pues el lunes tengo que ir a trabajar.
Hemos llegado rápido a la frontera y la hemos cruzado con relativa facilidad, creo que ha sido la frontera más rápida y ágil de todo Asia. Eso sí, llevo desde ayer sin repostar y habiendo gastado ya las 2 garrafas extra… ¡Me he quedado sin gasolina entrando en la gasolinera! Jajaja
Al fin conseguimos repostar y aprovechamos para desayunar; ¡Otra nutritiva y sana comida! La dieta de las gasolineras está más viva que nunca; un perrito caliente prefabricado y un zumo de tetrabrik aunque he de reconocer que las vistas son impresionantes, no puedo respetar más a esta montura.
Aunque no haya sido nutritivo, al menos hemos metido alguna caloría a este cuidado cuerpo ibérico así que nos ponemos en marcha pues nos faltan unas 5 horas y el taller cierra a las 18h. Las carreteras de Malasia no tienen nada que envidiar a las europeas… ¡Nada que ver con el resto de países del sudeste asiático!
Hay una afición al motor bestial: se nota en todo: hay muchas motos y cada uno tiene la que puede, pero aquí ya se ven muchas motos de media y alta cilindrada, muchas de ellas de gama alta y último modelo… En los coches también se nota; casi casi llevan la versión AMG, S-Line, GTI, etc. Sean más nuevos o más viejos, prefieren la versión decente aunque tengan que llevar un coche más viejo que una mierda de lavadora de esas nuevas.
La verdad es que hay pocas gasolineras en Malasia. Eso sí, las que hay están impolutas, todo es nuevo, muy moderno y súper bien preparadas. La pena es que con este calor y húmedad el cuerpo te pide parar más a menudo y no hay áreas de descanso.
Los moteros se paran a descansar en el arcén y yo, que soy muy del «donde fueres, haz lo que vieres» pos también.
Paradas muy rápidas; un trago de agua, estirar un par de veces la espalda y si acaso un piso y a rodar!
Las carreteras son cojonudas; todas nuevas, perfectamente pavimentadas y muy grandes.
Lo mejor son las vistas; todo es verde y con muchísima vegetación, continuamente, en ningún momento flojea.
El camino, aunque bastante rápido, se hace duro pues hace mucho calor y la elevadísima humedad hace que sea más incómodo todavía.
Tras un par de horas vernos otra gasolinera y aprovechamos para hacer un descanso y reponer combustibles; para La Honda cálculo y, en lugar de llenar el depósito, echo sólo 10L pues la moto tiene que ir vacía en el avión a Canadá y todo lo que sobre lo tendré que tirar. Yo, también calculo y como lo justo para ir tirando; una empanadilla precocinada y una bebida de esas para reponer sales minerales; que con todo lo que estoy sudando no me vendrá mal.
Me detengo a sacar una foto con la bandera de mi club; El Moto Club Campo Arañuelo
Me hacía ilusión mandarles una foto de nuestra bandera, junto a mi burra, delante de la bandera de Malasia! Los malayos muy simpáticos y apasionados del mundo del motor, se van parando para ofrecerse a sacarme una foto e interesarse por mi aventura.
Ya estamos cerca del destino, último descanso y, como podéis ver por mis ojeras de Oso Panda 🐼 y que parece que tengo 10 años más que hace un mes cuando volaba a India, se está haciendo muy duro terminar… Aunque queda energía para esa sonrisilla del trabajo bien hecho!
De repente, entre tanto verde, aparecen muchos rascacielos y las 2 imponentes torres Petronas; «No puede ser, ¿Ya? ¿Lo hemos conseguido? ¿Hemos llegado a Malasia en menos de 5 días?» La Honda gira a 7.000 rpm (140 km/h), yo, ¡A 14.000 rpm!
Al no tener Internet en el móvil y ser una ciudad tan grande, nos ha costado llegar al taller de Sunny cycle.
Acostumbrado al resto de zulos que he ido viendo por todo Asia me quedo flipado… ¡Qué nivel tiene este taller!
Normalmente mi preciada CBR es, con muchísima diferencia, la moto más cara de los sitios que visita pero aquí…
No es sólo que haya motos de gama alta y último modelo; BMW S1000RR, Yamaha R1, muchas Ducati, BMW r1250GS… ¡¡Es que encima hay muchísimas!! Las tienen aparcadas por hileras de cada modelo, 😲 Malasia, impresionante 😲 Sunny cycles!
19 años y 119.057 kilómetros de puro Rock’N’Roll…
Sunny, dueño del taller, y yo charlamos un rato, acerca de mí y de mi aventura; el tipo, de unos 65 años es un apasionado de los grandes motoviajeros; me cuenta que lleva toda la vida recibiendo a los grandes viajeros de Europa y América que terminan su viaje en Malasia para mandar sus motos de vuelta en avión a sus respectivos países. Dice que en sus más de 40 años recibiendo overlanders, jamás ha visto un viaje como el nuestro; Un chaval joven y una deportiva tan vieja, con ruedas de tacos, desde España… Me dice que sus amigos moteros van a flipar.
Dentro del taller me dejan WiFi y veo que sale un vuelo a las 9 de la tarde, que llega a las 14h del domingo a Madrid así que, sin dudarlo, cojo el billete (550 pavazos)… Parece que lo he conseguido.
Muy rápidamente y, sobre el capó de un coche que hay en el parking del taller, deshago todo mi equipaje y decido qué cosas se quedan en Malasia para ser enviadas a Malasia o qué cosas me llevo yo a cuestas para España; equipamiento y accesorios del viaje (tienda de campaña, herramientas, saco de dormir, repuestos..); se quedan. Electrónica y ropa de calle; se vienen. Más o menos esa es la decisión que tomo para hacer la maletas en 10 minutos mientras viene un taxi que me han pedido, la única excepción es el pantalón del mono de cuero que cuando lo dejé en 🇮🇳India me lo mordisquearon las ratas y me lo llevo a España para repararlo.
Me hago el lavado del gato y me cambio en el lavabo de los Mecánicos hasta que llega el Taxi.
Cojo todo lo que, más o menos, he preparado, me subo a él y miro a través de la luna trasera como la abandono de nuevo, con temor a volver a perder a La Honda pero es lo que hay. Yo lo siento por ti, pero no vas a llevar una vida como las demás, nosotros no somos como los demás…
Filosofía ✊🏼Gas & Roll🤘🏼
Y hasta aquí ésta intensa tercera etapa, que tras la confiscación de La Honda en Vietnam se supone que ni iba a existir. Increíble pero cierto, todo, supongo que así es La Vuelta Al Mundo de alguien sin apenas más medios que sus ahorros, sus «4 días» de vacaciones al año y, a veces, el gran apoyo de pequeños patrocinadores.
Como diría uno de mis grandes inspiradores, Jorge Ilegal, mi inquebrantable actitud suple mi total falta de belleza (en este caso, de recursos).
Toca un último largo viaje de regreso a casa y el futuro está tan nublado como el aeropuerto de Kuala Lumpur.
¡Sean muy felices, aprovechen su tiempo e inviertan en su felicidad, es decir, no se olviden nunca del ✊🏼Gas & Roll🤘🏼!
✊🏼 Gas & Roll 🤘🏼 